PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION (Editorial Dunken)
"La celebración del Bicentenario es inmejorable excusa para la segunda edición de estos "Recuerdos del Alto Perú", que hace tiempo escribí como testimonio de admiración hacia la figura de Manuel Belgrano, el más humano de nuestro proceres y uno de los hombres más significativos del movimiento emancipador. Los grandes dilemas que Belgrano percibió y afrontó siguen vigentes. La "Libertad" por la que luchó -que no era otra cosa que el respeto por los derechos que hoy conocemos con el nombre de "humanos"- es una realización todavía frágil, después de haber sufrido ignominiosas dictaduras que pisotearon hasta la dignidad más elemental de nuestros pueblos. Nótese cuan frágil es esta conquista que doscientos años después (parece mentira) pululan las campañas mediáticas que intentan desacreditar esos derechos y libertades que Belgrano defendió, responsabilizándolos de la delincuencia y haciendo llamados —en nombre de la "seguridad "— a favor de la pena de muerte, la represión, la tortura y otros disparates por el estilo. ¡Algunos medios de comunicación tienen hoy una ideología anterior a la Asamblea del Ano XIII! La "Independencia", que Belgrano se propuso como objetivo, aún está pendiente de afianzamiento. Todavía no hemos conquistado esa "Segunda Independencia" de que hablaba, clarividente, José Martí, cuando advertía que, derrotado el Imperio Español, se cernían sobre América del Sur otras garras imperiales no menos codiciosas. Hoy como entonces, las oligarquías contra las que combatió Belgrano siguen ofreciéndose a los dominadores foráneos para hacer el trabajo sucio de embaucar y reprimir a sus pueblos. Sin embargo, algo se avanzó también. Doscientos años después, tenemos al fin en América del Sur un puñado de países que, con aciertos y errores, comienzan a transitar el arduo camino de la unidad; esa unidad tantas veces frustrada, cuya necesidad tan bien comprendía Belgrano y por la que trabajaba ya en aquellos tiempos remotos. Por primera vez ha llegado a la Presidencia de Bolivia -la tierra por cuya libertad tanto peleó Belgrano- un hijo de los pueblos originarios, haciendo resonar una voz auténtica y un mensaje diferente, que reivindica las antiguas culturas. ¡Qué orgulloso estaría Belgrano de ver a Evo Morales en el Palacio Quemado: él, que tanto bregó por el reconocimiento de los derechos de nuestros hermanos indígenas, y que tan cruelmente fue satirizado por los sabihondos de Buenos Aires, quienes lo denostaban en la prensa y en los salones (con el impertérrito racismo de nuestras pequeño burguesías) acusándolo de querer llevar al poder a un "indio de patas sucias"! Belgrano fue un precursor del indigenismo y de muchas otras cosas: como la ilustración de la mujer, la idea de un desarrollo económico nacional, la defensa de lo que hoy llamamos medio ambiente, la educación, la promoción de las ciencias y las artes. Humanista brillante, uno de los hombres más cultos de su tiempo, fue también, como militar, un jefe humanitario y sensible, justo con sus tropas, generoso con los enemigos, magnánimo y modesto en el triunfo, firme "como la roca del mar" incluso en las peores derrotas. Belgrano tuvo una concepción predominantemente nacional, en la que lo nacional equivalía a lo americano, y siempre antepuso los intereses de la Patria a los de los partidos, sectores o individuos. Su vida fue el mejor ejemplo de ello.
"Esta Segunda Edición "del Bicentenario" -que no hubiera sido posible sin ¡a ayuda de mi compañera, Soledad Benítez- contiene modificaciones de detalle y redacción. Preferí, no obtante, no "modernizar" expresiones tomadas del propio Belgrano, conservando el "sabor de época".
Banfield, febrero de 2010. "
1 comentario:
Sr Garín, no puedo menos que felicitarlo, por la tarea necesaria y justa de hacernos ver a los argentinos que tan mal estamos acostumbrados a desconocer nuestros préceres, que nos han enseñado saber de ellos sólo por alguna figurita de la escarapela, de Belgrano creando la Bandera y nunca sabiendo a ciencia cierta lo que éstos héroes han hecho por nuestra patria.
La película me ha emocionado hasta las lágrimas, ha hecho que desee leer su libro y por tanto no podía menos que decir ¡¡¡¡GRACIAS!!!!
ATTE Marta Alegre.
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